Conflictos en casa durante la cuarentena

Conflictos en casa durante la cuarentena, Padre e Hija se divierten cocinando y cortando un pan

Identifico mis conflictos y busco opciones para solucionarlos

En 2009 se declaró en México una contingencia sanitaria a causa del virus de la influenza A(H1N1), por lo que toda la población debió quedarnos en casa durante un par de semanas. Este periodo tan corto —en comparación con el confinamiento de varios meses que hemos vivido durante la pandemia por COVID-19— bastó para sacar a flote los conflictos y la capacidad de adaptación de las familias a circunstancias que rompieron de golpe con su cotidianeidad.

Justo al término de aquella contingencia se realizó un estudio a 12 familias para averiguar cómo habían enfrentado el confinamiento. Tomemos en cuenta que una buena parte de nuestra vida la pasamos fuera del hogar: los niños y niñas se van a la escuela, madres y padres al trabajo, incluso quienes se dedican a labores domésticas salen a hacer compras, visitas y mandados, por lo que la reclusión forzosa significó todo un reto para todas las personas, aun siendo familia, se encontraron repentinamente con que debían convivir en un mismo espacio las 24 horas del día.

Los conflictos

La vida en aislamiento despertó diversas emociones y actitudes: para los niños y niñas al principio fue divertido no tener que ir a la escuela, pero muy pronto empezó el aburrimiento y con él, el descontento, la rebelión y las peleas entre hermanos/as y con sus familiares, que difícilmente lograban hacerse obedecer.

En el caso de las/os adolescentes, lo más duro fue no poder ver a sus amistades, no poder salir a sitios recreativos, como el cine, el centro comercial o ir a fiestas. Esto les llevó a la tristeza, el mal humor y reclamos a los adultos/as.

Quienes también se encontraron divididos entre la frustración ante el comportamiento de sus hijos e hijas, la desesperación por no poder trabajar y percibir ingresos y los problemas de pareja, pues algunos, de pronto, se dieron cuenta de la dificultad de convivir por tanto tiempo con el esposo o la esposa. Se percataron de que había problemas mucho más antiguos y profundos en su relación.

La resiliencia

Circunstancias adversas como el confinamiento forzoso, exponen también la capacidad de las personas para adaptarse y buscar alternativas para vencer el aburrimiento, la tristeza y la ira.

En algunas familias hicieron una lista de las cosas que nunca antes tuvieron tiempo de hacer en casa y se dedicaron a ellas; hubo quienes organizaron su propio cineclub para ver las películas que siempre habían querido ver; los torneos de juegos de mesa y las vueltas a la manzana con cubrebocas y guardando la hoy llamada “sana distancia” funcionaron como antídotos contra el aburrimiento.

Los pleitos surgidos de un comentario o una broma aparentemente sin importancia dieron lugar a reflexionar y a darse cuenta de que había problemas no resueltos a los que la pareja no había querido enfrentarse, por lo que se hizo patente la necesidad de apoyo terapéutico a fin de evitar una separación.

En busca de una solución

El prolongado confinamiento que estamos viviendo nos brinda la oportunidad de reflexionar acerca de nuestra situación y la de nuestra familia, de identificar las emociones por las que vamos pasando en este nuevo proceso de estar siempre tan cerca de nuestros hijos, hijas, padres, madres, de nuestra pareja, nuestros hermanos/as. ¿Sentimos, aburrimiento, indiferencia, molestia, tristeza o satisfacción? ¿Nuestra convivencia, mucho antes del confinamiento, ha sido solidaria y productiva? ¿Contamos con las herramientas para enfrentar como familia las circunstancias adversas y salir de ellas más fuertes y unidos/as?

Si miramos dentro de nosotros, de nosotras y la respuesta es negativa, tal vez sea el momento de buscar ayuda profesional que nos oriente para seguir paso a paso el proceso de reconstrucción.

Fuente

Estrada Iguíniz M. Convivencia forzosa. Experiencias familiares durante la emergencia sanitaria por el virus de la influenza humana A(H1N1) en la Ciudad de México. Desacatos no.32 México ene/abr 2010. Consultado en http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607- 050X2010000100008