Sabemos que toda persona que necesita ayuda emocional puede encontrar en la atención psicológica, herramientas para solucionar conflictos. Niñas, niños y adolescentes, también pueden necesitar apoyo especializado ante problemas concretos que no pueden solucionar solos y frente a los cuáles mamá y papá pueden sentirse desorientados sobre cómo actuar.
¿Qué sucede con las y los pequeños en casa?
A diferencia de las personas adultas, que gozan de mayor estabilidad a causa de la madurez; niños y niñas están en pleno proceso de crecimiento, experimentan cambios constantes y necesitan apoyo para reforzar sus propios recursos.
Para que puedan vivir en un mundo accesible donde se les brinde suficiente estructura y tomen decisiones relativas a su desarrollo; de forma no abrumadora ni sobreprotectora, requieren que quienes los cuidan interactúen de manera constante con ellos y ellas.
La importancia del desarrollo
Madres, padres y personas responsables de la crianza deben saber que las experiencias de pérdida de control en la infancia y la niñez tienen un impacto profundo en el desarrollo posterior y podrían dañar la salud emocional.
Los trastornos mentales más comunes comienzan en la niñez o la adolescencia. En muchas ocasiones podemos asumir como normales algunos comportamientos. Sin embargo, los síntomas de depresión surgen durante la pubertad y otros, como los del trastorno por déficit de atención, tienen un inicio más temprano, pero no se diagnostican debido al contexto del desarrollo o limitaciones en la detección y evaluación.
Datos de alarma en esta etapa a menudo son: deficiencias académicas, falta de interés en actividades que disfrutan, cambios significativos de conducta y hábitos, bajo rendimiento escolar, tasas más altas de suspensión o expulsión, fracaso y abandono escolar.
El concepto de necesidades básicas psicológicas, en varias áreas de la educación y del trabajo psicosocial con menores, nos ayuda a comprender mejor sus problemas y a crear intervenciones útiles.
Apoyemos a la adolescencia
Múltiples circunstancias afectan la salud mental de las y los adolescentes, entre más expuestos estén a factores de riesgo mayor será el impacto en su salud mental.
Algunas causas que pueden contribuir al estrés:
- El deseo de mayor autonomía (hacer y tomar decisiones).
- La presión para adaptarse a sus compañeros/as y al entorno.
- La exploración de la identidad sexual.
- Mayor acceso y uso de la tecnología.
Asimismo, la influencia de los medios de comunicación y las normas de género pueden exagerar la diferencia entre la realidad vivida y sus percepciones o aspiraciones a futuro.
Malestares y soluciones
Otros elementos importantes para una buena salud mental en esta etapa, incluyen las condiciones de la vida familiar y las relaciones con sus iguales. Y, al contrario los problemas socioeconómicos, el acoso, la violencia emocional, verbal, física y sin duda la violencia sexual, son perjudiciales para la salud mental.
Todo malestar emocional tiene una causa que conviene identificar para poder hallar una solución. Mientras más pronto pidamos apoyo profesional, mayor será la posibilidad de ayudar a niñas, niños y adolescentes a recuperar su bienestar.
Fuentes
Borg-Laufs M. Basic Psychological Needs in Childhood and Adolescence. J Educ Res. 2013;3: 41-51.
World Health Organization (WHO). Adolescent mental health. Recuperado de https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/adolescent-mental-health
American Psychological Association (APA). Child and Adolescent Mental and Behavioral Health Resolution. Recuperado de https://www.apa.org/about/policy/child-adolescent-mental-behavioral-health